lunes, 9 de abril de 2018

#TheXFiles (#LosExpedientesSecretosX): Quiero seguir creyendo

La última temporada de "Los Expedientes Secretos X" podría haber sido una de las mejores en su historia si no fuera por un enorme problema. En el pleno apogeo del movimiento “Me too”, que nació para denunciar los abusos de personas en el poder, es difícil no criticar el trato que se le ha dado a Dana Scully en esta onceava entrega. 



 El problema con el drama de Scully 

Antes de ahondar en el arco dramático que le tocó a Dana Scully esta temporada hay que tener en cuenta dos cosas; la actriz que le da vida a Scully, Gillian Anderson, ha confirmado su salida de los “Los expedientes Secretos X”. Asimismo, ha criticado que en esta temporada no hayan directoras ni guionistas mujeres en el equipo de la serie. De modo que tal vez haya hubo drama tras las cámaras que no conozcamos a profundidad, pero esta temporada el personaje de Scully ha sufrido por el drama en la historia y el drama fuera de la misma. Ahora sí, hablemos de Scully. “Los expedientes secretos X” funciona por el balance que hay entre el escepticismo y la fe (el creer); durante gran parte de la serie, Dana Scully es la escéptica y Fox Mulder, el creyente. Ha habido momentos en el rol se ha ido invirtiendo; como en la temporada 10, Mulder sufre una crisis porque ya no cree en lo sobrenatural, pero Scully ya ha experimentado suficientes cosas sin explicación para saber que hay cosas en el universo que la ciencia no puede explicar. Cuando Mulder dejó de creer, Scully creía y como equipo solucionaban el caso de turno. En esta onceava temporada ya no tuvimos a ese mítico dúo enfrentándose a misterios sin resolver. Se relegó por completo a Scully a ser solo una órbita explicativa en los casos más no una aliada en la resolución como lo hemos visto antes. 



 Sin embargo, lo más indignante es el giro que debía de sorprendernos; William no es hijo de Mulder sino del Cigarette Smoking Man (William B. Davis). Tratando de aclarar el mal tino de la historia, el creador de la serie, Chris Carter, aseguró que el Smoking Man no violó a Scully y que William es un experimento, pero eso no mejora las cosas tampoco. De hecho, las empeora. Ya era suficientemente malo que Scully sea minimizada a solo ser la incondicional de Mulder y no tuviera participación en ninguna de las secuencias de acción, a eso hay que sumarle que Scully jamás dio consentimiento para que experimenten en ella. Además, para colmo también nos privaron de una reacción apropiada por parte de Scully quien no supo la verdad hasta el último capítulo. En los últimos minutos del capítulo final, los productores están más centrados en cómo Mulder recibe la verdad de William y Scully solo se limita a consolarlo e incluso ante la propia “muerte” de William, Scully tampoco expresa lo que siente y más preocupada esta por darle una nueva esperanza a Mulder revelando su repentino embarazo a los 54 años. 


 Un momento muy a lo “Bones”. 

 Kimberly Roots de TvLine ha escrito un artículo completo donde expresa lo que muchos sentimos tras la décima temporada: “Es tiempo que Chris Carter se aleje de la serie”. En la nota se critica el trato que le ha dado el productor a los personajes femeninos, siendo la principal víctima Scully, pero también menciona como se ha destrozado al personaje de Mónica Reyes (Annabeth Gish) y el talento de Barbara Hershey en un personaje que tenía el potencial de convertirse el nuevo “Cigarette Smoking Man”. 


Mónica Reyes, nunca tuviste un chance

Si ignoramos el problema principal y juzgamos a la onceava temporada solo por su género, hemos tenido una oda deliciosa de la ciencia ficción. Se ha profundizado en la mitología de la propia serie, se ha jugado con la fanaticada, se ha mofado del panorama político de Estados Unidos e incluso hemos visto a Mulder y Scully -más o menos- formalizar su relación. ¿Pero podemos ignorar el problema en cuestión? Lo bueno de “Los expedientes secretos X” es que de los 10 episodios de la temporada 11, 7 son autoconclusivos. Y en una serie que se basa en las conspiraciones obviamente íbamos a tener un capítulo donde la tecnología conspira en contra de nuestros protagonistas. “Rm9sbG93ZXJz” es el espisodio “Black Mirror” de la temporada comprobando que “Los expedientes secretos X” puede desenvolverse en esta era tecnológica de manera orgánica. 



 Mientras TvLine le recomienda a Carter que de un paso al costado, el creador de la serie Carter ha revelado que quiere continuar con la serie e incluso ha insinuado que podría hacerlo sin Scully, pero hay que recordar que la serie sobrevivió tambaleando la ausencia de David Duchovny. En ese sentido, quizá lo primero que debería hacer Carter adaptarse el mismo al momento universal que vivimos en donde se empodera a la mujer. Sobre todo cuando la misma serie es protagonizada por una mujer que es considerada un icono, una referencia de los 90’s, una figura que cargó la serie sola cuando su co-protagonista decidió alejarse por un par de temporadas. 


Si bien es cierto “Los expedientes secretos X” sobrevivieron sin Fox Mulder, no podría continuar sin Dana Scully porque ella es el corazón de la serie... la no creyente que llegó a creer. Y si no, aun podría hacer algo con “mini Scully y mini Fox”.

Otro problema de Carter tiene que resolver es su manía por los cliffhangers. Si quería apostar por un final abierto bien pudo haber terminado con el mejor episodio de la temporada; “The lost art of forehaed sweat” cuya temática es una divertida carta de amor a los seguidores de la serie, un guiño a la audiencia que susurra “Hey sigue creyendo” y por supuesto, yo quiero seguir creyendo.


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