martes, 3 de abril de 2018

#EverythingSucks! doesn't suck

En una época donde las producciones se aprovechan de la nostalgia como una estrategia de consumo llega una serie que se aprovecha de la nostalgia sin caer en la superficialidad. En pocas palabras; “Everything sucks!” es “Stranger thing” pero sin la ciencia ficción, es “Los años maravillosos” en los noventas pero sin un Kevin y una Winnie, y es quizás lo más cercano que hemos tenido a “Freak and Geeks” pero para su suerte ha sido liberada en una época donde realmente podemos apreciar lo “cool” de no ser cool. 



 Nostalgia noventera 

Según la revista Variety, el nuevo modelo de negocios de Netflix está basado en la fibra nostálgica. Los ejecutivos y guionistas orientan las producciones a lo que más consume los suscriptores apoyándose en el data de lo que sus usuarios. "Stranger Things" es un gran ejemplo de esta idea. Se trata de una serie que hace un homenaje a las películas de los 80's pero con un plus, uno termina conquistado por la ternura que producen Will y compañía. Y en esa misma línea encontramos a "Everything Sucks!". La serie se nutre de la cultura pop de la década, pero apuesta una dirección diferente. En su primer episodio, conocemos al "Kevin" de la serie y a su "Winnie"; el chico soñador, Luke O'Neil (Jahi Wiston), siente algo especial por la chica extraña de la escuela, Kate (Peyton Kennedy), y con ayuda de sus amigos, Tyler (Quinn Liebling) y McQuiad (Rio Magini), hace todo lo posible para conquistarla, sin embargo, comenzamos a alejar de la idea de "Kevin y Winie" cuando nos vamos dando cuenta que la chica más que extraña es lesbiana.

El mejor episodio de la temporada es "Maybe you're gonna be the one that saves me" seguido por "I just wanna be anybody".

Al mismo estilo de Dawson de "Dawson's Creek", Luke tiene el sueño de ser director de cine y a su temprana edad es todo un maestro de edición, pues, como primer gesto romántico recrea el video "Wonderwall" de Oasis para pedirle una cita a Kate. Para evitar besar a Luke, Kate aprieta el botón de emergencia con lo que termina inundado el teatro. Esta acción sirve como una excusa para juntar a los miembros del club de audiovisuales y el club del teatro, donde están los populares liderados por la pareja de oro, Oliver (Elijah Stevenson) y Emaline (Sydney Sweeney) y todos juntos grabarán una película. Si esta fuera otra serie, los actos románticos de Luke habrían tenido resultado; Kate se habría enamorado de él, pero no. "Everything sucks!" se distingue precisamente porque intenta alejarse de las tendencias que ya conocemos. Luke acepta que Kate solo va a ser su amiga y Kate solidifica un carácter fuerte que hace que la chica popular Emaline se enamore de ella.


 "Everything sucks!" no será a gusto de todos porque aunque está clasificada como una comedia se trata más de una comedia dramática que retrata la adolescencia como es; la etapa más difícil de la vida. El propio título de la serie refleja el momento en que se encuentran los protagonistas en donde creen que “todo apesta” porque nada sale como quieren que salga, porque recién están descubriendo a ilusión y la desilusión en la vida. La primera temporada se centra en las ilusiones y desilusiones de la adolescencia tanto en el aspecto romántico como en el académico y en el plano del descubrimiento personal. Kate solo es una de las primeras desilusiones que tiene Luke, puesto que también tiene que enfrentarse con el abandono de su padre y con la nueva relación de su madre. Pero antes de la desilusión, la ilusión le sirvió como motivación, Luke se ilusionó con Kate y eso lo animó a grabar su película. La ilusión de ser un actor reconocido es lo que hace que Oliver deje a Emaline en buscar su gran oportunidad en Nueva York con lo que desilusiona a Emaline. La cuota nostálgica de “Everything sucks!” se encuentra más en la época en la que se desarrolla, los 90's con los VHS y la música rockera, pero no tanto en la historia.

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